Explorar los paisajes locales en bicicleta es una opción verdaderamente gratificante en esta región agrícola mediterránea. De camino a las playas más cercanas, puedes apreciar hasta 50 variedades de verduras cultivadas en los campos circundantes (o para hacer un buen entrenamiento de pantorrillas, de camino al centro de la ciudad por medio de senderos libres de automóviles). En la recepción encuentras información turística que te servirá como fuente de inspiración en tus recorridos en bicicleta. Si hay algo que a Valencia no le falta son los edificios modernos de última generación (a 20 minutos conduciendo o a media hora en metro): las curvas sofisticadas de la Ciudad de las Artes y las Ciencias y el acuario Oceanogràfic están entre las siluetas arquitectónicas más destacadas de España. También hay muchas atracciones para quienes prefieran las estructuras más tradicionales, como el mercado cubierto del siglo XIX, la catedral del siglo XIII y la Lonja de la Seda del siglo XV. Valencia no es una de esas ciudades con «smog», pero para sentir el aire fresco del campo, no dejes de visitar el paisaje montañoso del Parque Natural de la Sierra Calderona (a 45 minutos), el humedal Marjal del Moro (a 25 minutos) ni el espectacular Salto de la Novia (a 45 minutos).