Le Vert Village

Bergues (a 15 minutos conduciendo) es un lugar sofisticado, con canales, iglesias medievales y una abadía antigua que forman parte de un telón de fondo ideal para pasear. También se lleva a cabo un mercado concurrido los lunes, en el que los amantes de la buena comida pueden elegir especialidades francesas y flamencas, así como escuchar el carillón del campanario entre las once y las doce del mediodía. El establecimiento pone énfasis en sus espacios verdes, aunque el azul de las aguas del mar también queda cerca. Vale la pena visitar Dunkerque (a 25 minutos), un sitio histórico donde tuvo lugar la evacuación de las tropas británicas en la Segunda Guerra Mundial. También está la playa Malo-les-Bains, un hermoso puerto y un museo de bellas artes que alberga pinturas de estilo flamenco, francés e italiano. En la costa también está Ostende (a una hora), una de las localidades con playa más populares de Bélgica, donde puedes tomar tranvías a pueblos costeros rurales o quedarte para visitar el museo flotante Mercator o la iglesia de San Pedro y San Pablo de estilo neogótico. Cuando te encuentres por la zona, también puedes hacer una parada en Ypres (a unos 45 minutos) para descubrir más historia de guerra o visitar Bellewaerde (a 50 minutos), el parque temático más antiguo de Bélgica.