Les Bulles du Rocher de Fontainebleau

La ciudad de Fontainebleu es famosa por su magnífico castillo, a 25 minutos conduciendo, que fue el hogar de reyes y emperadores durante siete siglos. Napoleón amaba tanto este lugar que antes de exiliarse hizo aquí una parada de cuatro horas. Hoy en día alberga cuatro museos y galerías, además de 1500 habitaciones lujosas, entre las que se encuentra el tocador de estilo otomano de María Antonieta. Los castillos de Courance, a 15 minutos, y el de Soubiran, a 30 minutos, son más modestos que el de Fontainebleu, pero de todos modos son dignos de una visita, al igual que las ruinas romanas de Sceaux-du-Gâtinais, ubicadas a 40 minutos. Si prefieres realizar actividades con más adrenalina, las localidades de Souppe, a media hora, y Étampes, a 40 minutos, cuentan con centros de actividades para realizar piragüismo, buceo, descenso en trineo y paseos a caballo. Asegúrate de dedicar tiempo a la gastronomía local: en las localidades de Milly-la-Forêt y de Boutigny-sur-Essonne, a 10 y 20 minutos respectivamente, puedes obtener información, degustar y comprar la reconocida menta de Gâtinais, berro y miel. A este último ingrediente se lo utiliza en la producción de espectaculares cervezas locales. A 45 minutos conduciendo queda París, en donde encontrarás todos los atractivos que esta ciudad concurrida tiene para ofrecer, en contraste con la paz de tu casa del árbol con forma de burbuja.