Qué puede ser más estupendo que un país en el que casi todas las ciudades son costeras... Australia es un país vasto y fabuloso, hogar de una zona interior enorme, la montaña de Uluru, canguros, ualabíes, koalas... Y personas maravillosas que hacen que cualquiera se enamore del país: “ Strewth”, o como lo diríamos en español, “¡Hala!”.
Si fuésemos a acampar en Australia, lo primero que haríamos sería pensar en un viaje tan largo como fuera posible. Luego, compraríamos un vuelo a Sídney y reservaríamos estancias en campings de Nueva Gales del Sur, incluyendo algunos cerca de las Montañas Azules y de playas. Después, visitaríamos Byron Bay, Queensland y la Costa de Oro... Y luego Cairns y Darwin... Y después viajaríamos a través de las zonas rurales y naturales del país hasta Victoria/Melbourne y Adelaide. Finalmente, pasaríamos unos cuantos días en el oeste del país y en Perth (y sería un pensamiento “endemoniado” no pasear por la pequeña isla de Tasmania antes de volver).
No paramos de suspirar al pensar en las cosas que veríamos: los Doce Apóstoles (unos pilares naturales de caliza) sobre la Great Ocean Road, las aves de los humedales de Yellow Water Lagoon en el Parque Nacional Kakadu, los viñedos del río Margaret, las aguas de Alice Springs, los colores brillantes de la Gran Barrera de Coral... Es acertado decir que serían unas vacaciones inolvidables.